Medellín da un paso histórico con su Política Pública de Paz, Reconciliación y No Estigmatización
- PrensaFMSantader
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En una ciudad marcada durante décadas por los estragos del conflicto armado, Medellín vuelve a asumir un papel protagónico, esta vez como pionera en la construcción de paz territorial. La capital antioqueña acaba de aprobar la Política Pública de Paz, Reconciliación y No Estigmatización, una hoja de ruta que busca transformar las heridas del pasado en oportunidades de esperanza, convivencia y reconciliación.
El decreto que da vida a esta política fue firmado por el alcalde Federico Gutiérrez, tras un amplio proceso participativo que incluyó organizaciones sociales, comunidades afectadas, la academia, el sector privado, expertos en derechos humanos y entidades del Estado. El enfoque transversal y plural de su construcción representa, según sus impulsores, un paso sin precedentes en la forma de abordar los efectos del conflicto en lo local.
“Es un hito en la historia de Medellín, en el marco del conflicto armado. Es trascendental, porque ya contamos con todas las herramientas para avanzar en la búsqueda de la reconciliación y de la paz ciudadana. Este ejercicio, liderado por el señor alcalde Federico Gutiérrez, representa un compromiso por la vida y por la esperanza”, afirmó Carlos Alberto Arcila, secretario de Paz y Derechos Humanos.
La nueva política se propone atender de manera integral a víctimas de la violencia, reincorporados, firmantes del acuerdo de paz, pospenados y adolescentes del Sistema de Responsabilidad Penal, en clave de dignidad, inclusión y justicia. Entre sus objetivos centrales está la garantía de la no repetición, el fortalecimiento de la convivencia y la promoción de una paz ciudadana sostenible.
Una apuesta integral por la paz urbana
Más allá de enunciar propósitos generales, la política plantea líneas de acción concretas, como:
El acompañamiento psicosocial y laboral a víctimas y personas en proceso de reintegración.
El impulso a la participación social desde un enfoque restaurativo.
La promoción de una gestión institucional no violenta de las conflictividades.
La no estigmatización de poblaciones afectadas, reconociendo su dignidad y diversidad.
El fortalecimiento de procesos de verdad, justicia, reparación, memoria y reconciliación.
Durante el último año, la administración distrital ha fortalecido a 53 organizaciones sociales que trabajan por la paz en los territorios, y ha formado a 147 personas —entre víctimas, reincorporados, pospenados y jóvenes en procesos judiciales— en competencias básicas y habilidades laborales. Estas acciones sentaron las bases para la consolidación de la política pública que hoy se oficializa.
Medellín, ciudad pionera
La ciudad ya tenía un camino recorrido en materia de atención a víctimas y construcción de paz. Incluso antes de que existiera la Ley 1448 de 2011 (Ley de Víctimas y Restitución de Tierras), Medellín ya contaba con una política local en esa materia, que ha sido reconocida a nivel nacional e internacional por su impacto y sostenibilidad.
Con esta nueva política, Medellín no solo actualiza y amplía su compromiso con la paz territorial, sino que se posiciona como referente nacional en la superación de los conflictos urbanos desde la acción pública concertada y centrada en la dignidad humana.
En medio de un país que aún enfrenta múltiples formas de violencia y exclusión, esta iniciativa marca una ruta esperanzadora. Porque la paz no solo se firma: también se construye día a día en las comunas, barrios y territorios. Medellín, una vez más, decide no ser espectadora sino protagonista de ese proceso.
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