Parque de $500 millones, a oscuras y merced de jíbaros

Los vecinos del barrio Prados Norte no salen de su asombro por lo que sucede con el Parque NIM, un escenario en el que la Gobernación invirtió 500 millones de pesos en 2018, pero solo es usado por unas cuantas horas en el día porque en las noches queda en tinieblas y a merced de los jíbaros.

Lo preocupante de todo es que a nosotros sí nos cobran la contribución de alumbrado público sagradamente todos los meses, dice Remigio Cáceres, residente en el sector desde hace 22 años.

Las quejas que ayer escuchó La Opinión de los vecinos del parque reúnen la frustración de una comunidad que ya no sabe qué hacer ante tanta indiferencia de parque de las autoridades.

Los líderes del sector donde está el parque han acudido a todas instancias en busca de una solución. “En el último año hemos mandado cartas a la alcaldía, a Planeación Municipal, a la Gobernación, a la Oficina de Proyectos Especiales, a la Policía y, por supuesto, al consorcio de Alumbrado Público, pero nadie nos ha solucionado”, dice Cáceres.

Sin embargo, el consorcio de Alumbrado público, en una carta que le dirigió a Pedro José Mendoza Peñaloza, vecino de Prados Norte, reveló lo que quizás representa la causa directa del porqué no se ha dado una solución.

“… El parque hace parte de los proyectos de modernización adelantados por la Gobernación (en 2018), por tal motivo el proyecto no ha sido presentado al Consorcio de Alumbrado Público ni a la interventoría correspondiente, por tanto, estamos a la espera que el contratista ejecutor de la obra presente toda la documentación correspondiente para realizar la revisión y emitir el concepto técnico para posterior recibimiento de la infraestructura por parte de la administración municipal”.

Lo anterior quiere decir que el contratista que adelantó las obras de remodelación del parque, la Unión Temporal Polo Norte, y la Oficina de Proyectos Especiales de la Gobernación, una vez terminados los trabajos no entregaron el escenario al municipio y por ello no hace parte del inventario en el consorcio de Alumbrado Público.

Fuente: La opinión